UBER y su regulación en México
Los avances tecnológicos de los últimos años han tenido un gran impacto en la dinámica social, económica y cultural; las formas en las que los miembros de la sociedad se relacionan, han sufrido una radical transformación con la inclusión del uso de dispositivos y aplicaciones tecnológicas. Esta situación representa un reto para el Estado al tener que regular estas nuevas dinámicas.
La prestación del servicio de transporte, es un claro ejemplo de cómo la tecnología ha permeado en las actividades primordiales de la sociedad, ello en virtud de la utilización de nuevas plataformas digitales (utilizadas por las Empresas de Redes de Transporte) que permiten conectar a personas que demandan este tipo de servicio, con los prestadores del mismo. Es necesario dejar claro que el alcance de estas plataformas o aplicaciones digitales, no se limita a realizar la conexión entre el que demanda el servicio y el que lo presta, sino que ofrece otro tipo de beneficios que el servicio de transporte público no brinda, y que serán analizados en el presente artículo.
De lo anterior resulta evidente que el ámbito jurídico se ve involucrado, al tener la tarea de regular la manera en la que estas nuevas plataformas deben operar. Sin duda el tema no es nada fácil, debido a la complejidad que representa la interacción de múltiples factores en las relaciones suscitadas de la prestación del servicio de transporte.
Consideramos de suma importancia analizar la manera en la que estas aplicaciones digitales se regulan, sobre todo si tomamos en consideración la colisión de derechos a la que se pueden enfrentan los legisladores al realizar las modificaciones jurídicas pertinentes, que permitan la debida operación de estas aplicaciones.
Por las razones antes mencionadas, es que nos dimos a la tarea de realizar el presente trabajo, con la intención de ofrecer un bosquejo de las regulaciones que se han hecho respecto de las Empresas de Redes de Transporte.